Me gusta la foto, los dos personajes protagonistas, según se mire tres, añadiría la mujer y el crio, el gesto de la chica, sus sombras y el semicírculo, y la posición de ellos en este trozo de semicírculo iluminado, una composición muy atractiva, los demás personajes no aportan pero tampoco molestan. Técnicamente, me parece impecable el control de la luz, teniendo en cuenta el fuerte contraste que provoca, posiblemente con algo de luces perdidas, pero que compensa sobradamente el detalle que consigues en la sombra y sus personajes.
Bravo.
Gracias Ramón. La verdad es que desde el punto de vista elevado vi las curiosas luces y la serie de personajes y probé con los resultados que ves.
José Luis González Varela12 de septiembre de 2019 / 21:41
Una construcción muy interesante. La vista se recrea en ella con placer. Ese semicírculo de luz que centra la escena es muy eficaz con un personaje en cada vértice, uno además con la sombra proyectándose dentro del haz de luz. Me resulta un planteamiento que no te había visto nunca y me motiva gratamente para juzgar esta foto como muy afortunada.
Me gusta mucho. Aprovechar luces y sombras y unirlos en una misma imagen con el factor humano crea un ambiente muy atractivo y más si los personajes, como es el caso, estan parados pero bastante activos por lo que hace a su gestualidad.
Un abrazo José Antonio
Je, je, ese es tu gran terreno sin duda, te agradezco que te pares a comentar mi humilde foto.
xuanrata13 de septiembre de 2019 / 17:52
Me viene a la cabeza aquel transportador de ángulos que usábamos en los tiempos escolares, una herramienta con forma de arcoiris milimetrado que nunca supe del todo porque se llamaba transportador. En tu imagen es la mano apuntadora la que sostiene el lápiz y traza la circunferencia en la que se van colocando los personajes. En realidad es un círculo completo, con una mitad iluminada y la otra en sombra. La luz rebota e ilumina desde abajo a los protagonistas, que parecen ajenos a la magia, excepto tal vez esa niña que vuelve la mirada mientras la nuestra sigue girando y girando como la aguja sobre el vinilo.
Me alegra mucho tu vuelta, y más con esta foto que señala el camino de la luz que nos transporta. Ah, ¡el transportador! ahora lo entiendo.
Je, je, haces poesía hasta en los comentarios!!! Tu si que nos transportas con tus fotos y textos a paraisos lejanos o cercanos. Este años nos has llevado de viaje a las islas griegas!!! Un abrazo!!!.
Enrique Chapín20 de septiembre de 2019 / 8:17
Magnífico encuadre, José Antonio, ese triángulo se ve reforzado por la sombra de los arcos de la ventanas en el suelo, que «acogen» a los vértices de la figura.
Me gusta la foto, los dos personajes protagonistas, según se mire tres, añadiría la mujer y el crio, el gesto de la chica, sus sombras y el semicírculo, y la posición de ellos en este trozo de semicírculo iluminado, una composición muy atractiva, los demás personajes no aportan pero tampoco molestan. Técnicamente, me parece impecable el control de la luz, teniendo en cuenta el fuerte contraste que provoca, posiblemente con algo de luces perdidas, pero que compensa sobradamente el detalle que consigues en la sombra y sus personajes.
Bravo.
Gracias Ramón. La verdad es que desde el punto de vista elevado vi las curiosas luces y la serie de personajes y probé con los resultados que ves.
Una construcción muy interesante. La vista se recrea en ella con placer. Ese semicírculo de luz que centra la escena es muy eficaz con un personaje en cada vértice, uno además con la sombra proyectándose dentro del haz de luz. Me resulta un planteamiento que no te había visto nunca y me motiva gratamente para juzgar esta foto como muy afortunada.
Gracias Jose Luís, la verdad es que a partir de ahora mostraré las pocas fotos que se salven de lo poco que salgo en serio a fotografiar.
Me gusta mucho. Aprovechar luces y sombras y unirlos en una misma imagen con el factor humano crea un ambiente muy atractivo y más si los personajes, como es el caso, estan parados pero bastante activos por lo que hace a su gestualidad.
Un abrazo José Antonio
Je, je, ese es tu gran terreno sin duda, te agradezco que te pares a comentar mi humilde foto.
Me viene a la cabeza aquel transportador de ángulos que usábamos en los tiempos escolares, una herramienta con forma de arcoiris milimetrado que nunca supe del todo porque se llamaba transportador. En tu imagen es la mano apuntadora la que sostiene el lápiz y traza la circunferencia en la que se van colocando los personajes. En realidad es un círculo completo, con una mitad iluminada y la otra en sombra. La luz rebota e ilumina desde abajo a los protagonistas, que parecen ajenos a la magia, excepto tal vez esa niña que vuelve la mirada mientras la nuestra sigue girando y girando como la aguja sobre el vinilo.
Me alegra mucho tu vuelta, y más con esta foto que señala el camino de la luz que nos transporta. Ah, ¡el transportador! ahora lo entiendo.
Je, je, haces poesía hasta en los comentarios!!! Tu si que nos transportas con tus fotos y textos a paraisos lejanos o cercanos. Este años nos has llevado de viaje a las islas griegas!!! Un abrazo!!!.
Magnífico encuadre, José Antonio, ese triángulo se ve reforzado por la sombra de los arcos de la ventanas en el suelo, que «acogen» a los vértices de la figura.
Bien visto.
Un abrazo.